lunes, 8 de abril de 2013

Un mundo sin libros




       Hace unos meses, me hicieron un regalo. Un paquete de Amazon que contenía las cinco novelas de Stephen King descatalogadas o de difícil búsqueda que le faltaban a la librería dedicada a mi autor favorito.
      Mi alegría se vio ensombrecida por la aplastante respuesta de una amiga ante mi entusiasmo:
      -¿Y para qué quieres tener ese nido de ácaros pudiendo tenerlo todo en Ebook?
      No tengo un nido de ácaros. Tengo un piso entero, aparte de mi orgullosa colección de Stephen King, que desde el fatídico día me da constantes pesadillas y a la cual no puedo ver ya como un tesoro. Es tan solo "un nido de ácaros".
      Tampoco tendría las novelas en cuestión si no fuera por Amazon. Ni El Corte Inglés puede permitirse tener tantos títulos en los estantes, las editoriales descatalogan... y gracias a eso, los autores los pueden vender con un beneficio del 70% frente al 10% que le pagaba su editorial sólo escribiendo en Amazon el ISBN y dando el número de cuenta bancaria. 
Con autoeditarse, que hoy en día es la tendencia al alza, y colgarlo en formato Ebook, si tienes suerte y eres un genio puedes ganar más en un año de lo que ganó Poe en toda su vida, al que tras su muerte un amigo imprimió su obra para venderla entre conocidos y evitar que su viuda siguiera pasando hambre. 
      Pero es que la suerte es muy muy necesaria. Por muy bueno que sea un libro, entras en Amazon y te encuentras tal bombardeo de títulos que tu mente no puede discernir, y piensas: ¿Dónde están los buenos? ¿cómo los distinguiré? Tampoco ayudan mucho esas portadas recargadas de información que nublan la vista sólo con verlas, y no sabes si lo que se vende es el libro o la ilustración con ínfulas de obra de arte. ¡Es una portada!
      Por otro lado, los dichosos Ebook, que sólo por el nombre me suenan a bomba, la bomba que ha hecho saltar por los aires el "Cementerio de los libros olvidados", "El club Dumas", "El nombre de la rosa", y todo lo que representaba para la vida humana la literatura. Alguien se "compra" un libro por 0'89€, lo copia en un USB, se lo pasa a sus amigos, ¡y a leer, que es gratis! 
      Nada ni nadie me hará cambiar de opinión. 
      Amazon y los Ebook están a punto de acabar con los libros, detrás irán los escritores. 
      Eso sí, en los hogares habrá menos ácaros

3 comentarios:

  1. Lo mismo que la tele iba a acabar con la radio, que la imprenta acabaría con la escritura a mano, que internet acabaría con la tele... somos reticentes a los cambios, y cada cambio nos da miedo.

    Hemos crecido con una cosa, y un día nos dicen "pues a partir de ahora los niños crecerán con esta otra cosa". Y nos da pánico, y pensamos que no tendrán infancia, y la realidad es que la tienen, otra distinta a la nuestra, pero la tienen.

    Antes de nosotros, la gente crecía sin libros directamente, y seguro que se preguntaban si eso era útil, y si no se iban a alienar los niños leyendo historias inventadas (sí, se lo llegaron a plantear).

    La clave aquí es que el mundillo cultural (música y libros, esencialmente), había sido canibalizado y parasitado por las editoriales y discográficas. Habían conseguido crear un tejido que se extendía por todas las capas sociales, y habían conseguido hacernos creer que eran imprescindibles, que sin editores, sin intermediarios, no había cultura.

    Pero a Mozart, a Beethoven, y a muchos otros, escritores, etc. nadie les "lanzó", el mecenas no se creía más importante que el autor, y quien ganaba dinero (si lo ganaba), era el autor.

    Y aquí estamos, llorando y lamentando la muerte de una industria que nos hizo creer que lo importante era la industria, no la cultura.

    La cultura no morirá, siempre habrá gente que quiera hacer música, gente que quiera escribir, y gente que quiera dibujar o esculpir. Y siempre habrá gente que quiera leer, emocionarse con música, o admirar el arte de los demás.

    Lo que cambia, es el como accederemos. Y créeme, si te piratean tus obras, es señal de que lo estás haciendo bien. No las iban a comprar de todas maneras, pero al menos están interesados.

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  2. Y sobre lo de que uno compra un libro digital y lo pasa por USB a los amigos, no es nada diferente a lo de prestar nuestros libros de papel a nuestros amigos y familiares. El beneficio para el autor acaba siendo el mismo, dado el irrisorio porcentaje por libro que se lleva.

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  3. nanosPawn:
    Antes de conocerte, yo leía. Después, seguí leyendo. Contigo aprendí la definición de "genio", y también la de "increíble". Si la literatura forma parte de mi vida, y mi vida son recuerdos, el mejor recuerdo es el cuando con seis años me mirabas leer serio, muy serio siempre tú, molestándome la lectura, y al preguntarte qué te pasaba, me dijiste:
    -Ya sé leer, ¿me dejas un libro?"
    El libro que te dí ya no lo recuerdo, sé que fue una prueba, un libro que un niño de seis años no podría entender... un niño que no fueras tú.
    Uno de los mejores recuerdos de mi infancia es el de muchos veranos tú y yo sentados en las butacas de la abuelita cada uno con un libro en la mano. Cuando tenías 12 años y yo 18, ya me explicabas las cosas que yo no comprendía de los libros que habíamos leído.
    Esos libros aún están en mis librerías. Mi vida está en esos libros. Y parte de tí, que seguramente tú ya no recuerdas, también.

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